Cuando Hans Staden publicó su libro sobre sus dos viajes al Brasil y su famosa captura por parte de los Tupinambás, hacía medio siglo los portugueses habían descubierto esa mitad del mundo que por el tratado de Tordesillas les pertenecía conquistar y explorar. Brasil se llamó por un árbol que produce una tintura roja como la brasa y que se daba en aquellas tierras famosas desde ese entonces, siglo XVI, por sus gentes salvajes que devoran a los enemigos por venganza y no por mantenimiento. El libro de Staden fue publicado por Andress Kolben en 1557 en la ciudad de Marpug, bajo el título "Warhaftige Historia und beschreibung eyner Landschafft der Wilden, Nacheten Grimmigen Menschfresser leuthen, in der Newenwelt American gelegen" ( 89 p, il.1a edición); la versión al español se publicó en el año de 1944, en Buenos Aires a cargo del museo etnográfico y la universidad de Buenos Aires y se titula"Vera historia y descripción de un país de los salvajes desnudos feroces gentes devoradoras de hombres situado en el nuevo mundo América".
Mercenario al servicio de los Portugueses, Staden prestó sus servicios de artillero en los frecuentes combates contra los franceses y sus aliados indígenas. En el fuerte de Bertioga uno de los lugares donde prestó sus servicios, fue capturado por los indios Tamoio. De su experiencia entre los caníbales queda el libro ya mencionado que es de los primeros textos en describir el mundo indígena visualmente pues su relato lo ilustran una serie de Xilografías ( Técnica de impresión con tabla de madera). En cuanto a las prácticas caníbales cuenta Staden que los indios cuando tenían un enemigo cautivo, se disponían a invitar a sus aliados. El principal señor entonces invita a otros indios de fuera a quienes recibe con estas palabras de bienvenida :
"venid pues ayudad a comer vuestro enemigo" (2)
El cautivo es pintarrajeado por las mujeres mientras comparte bebidas con los hombres que le darán muerte. Espera finalmente en una choza que le construyen hasta que llega el día de su muerte. El día elegido se hace fuego y se ubica al cautivo en sus cercanía. mientras tanto las mujeres corren a su alrededor amenazándolo de comerlo. Más tarde entre todos los hombres el señor de los indios ( Payé) escoge a quien ha de matarlo. Entonces el elegido grita:
" ¡Si aquí estoy yo! Yo quiero matarte pues los tuyos también han muerto a muchos de mis amigos y los han comido. El [cautivo] responde -Cuando yo esté muerto tengo todavía muchos amigos, estos han de vengarme- tras esto el [otro] le pega atrás en la cabeza [con un palo] que le saltan los sesos. En seguida lo toman las mujeres [al muerto] lo arrastran sobre el fuego, le raspan toda la piel, lo dejan completamente blanco, tápanle el trasero con un leño para que no le escape nada. Después cuando la piel le ha sido pintada, lo ase un hombre le corta las rodillas por la parte de arriba de las rodillas y los brazos del cuerpo " (3)
Cuando leí este relato descubrí por qué los indígenas en la cartografía histórica del Brasil se retrataron con palos persiguiendo a sus enemigos. Descubrí además de donde venían aquellas ideas de que ya muertos los cautivos los asaban a la barbacoa y los desmembraban, colgando inclusive algunas de las partes en lo alto de los árboles quizás para conservar la carne para otros convite. (Ver arriba el fragmento del mapa de Arnold Florentin). Lo curioso es que Staden logró salvarse de ser comido, aunque era indiscutiblemente un enemigo de los indios quienes por ese entonces ya sabían de la esclavitud que en la que se verían presos de no atacar y acabar con los portugueses y sus aliados o servidores. Pero al parecer no fue suerte lo que tuvo Staden ni siquiera un gesto de benevolencia de parte de los indios, pues cuentan que se salvó de la barbacoa por la olorosa costumbre de defecarse y el llanto incontenible, defectos que lo hacían ver todo menos un héroe digno de ser comido (4). Al final de sus penurias fue rescatado por un intérprete y comerciante francés tras lo cuál regresó a Europa donde escribió su famoso y muy popular libro.
Fuentes: 1. Questiones du Limites 2.Ribeiro, Dracy, Carlos De araujo Moreira Neto. 1992. La fundación de Brasil. Testimonios 1500-1700. Biblioteca Ayacucho.597 pág. 3. Opus Cit. 4. Opus Cit. Prólogo a cargo de Darcy Ribeiro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario